Beso Francés surgió cargado de historias románticas, con el propósito de contagiar al público de ese ambiente único y especial, que se comparte entre familiares, amigos queridos y por supuesto, parejas. Por ello siempre nos ha encantado formar parte de cada momento lleno de amor, agregando ese toque que convierta un día ordinario en una experiencia inolvidable.
Nuestros locales han sido testigos de momentos para recordar, como lo fue la propuesta de matrimonio entre Ronald y Arumier, dos jóvenes venezolanos que residen actualmente en Lima, trabajando por un mejor futuro y construyendo su propia historia. Historia que han compartido con nosotros.
Ambos se conocieron en Venezuela hace 7 años a través de varias amistades en común en la universidad, y pareció ser que era inevitable una atracción entre ambos, pero como en todo inicio de cada relación, desconocían que tan lejos podrían llegar juntos y todas las experiencias que acumularían con el tiempo.
Su relación se caracterizó por estar llena de risas, “creo que siempre busco la forma de hacerla reír, con mis locuras, con mis chistes” comentó Ronald, al recordar todas las anécdotas que fueron forjando quienes son hoy en día como pareja. También resaltó la importancia de la comunicación, siendo un factor fundamental cuando las situaciones se empiezan a complicar.
“Aurimer es deportista, es atleta, y cada vez que se iba de viaje se enfocaba mucho en su deporte, y trataba de olvidarme un poco, por lo que tuvimos un inconveniente y luego de conversarlo, me empezó a tomar más en cuenta en sus viajes, a tener más contacto, después de allí supe que ambos podíamos llegar a algo más de lo que teníamos”, dijo él.
La pareja afirma que gracias a la comunicación que siempre mantuvieron, pueden conocer lo que les gusta y lo que no les gusta, y así encontrar un punto medio en el que ambos estén cómodos y satisfechos con la relación, y es que de eso se trata, hablar y saber compartir para un mutuo entendimiento y poder crecer juntos.
Algo que también mantiene la chispa de la relación encendida es su pasión por bailar, ya que ambos disfrutan de ir a fiestas y bailar y pasarla bien, sumado a su contacto como dos personas que saben lo que quieren y lo tienen juntos, es natural que empiecen a surgir temas de conversación de lo que quieren para su futuro, y allí es donde empiezan los planes.
Ronald sabía que quería proponer matrimonio, “era el momento oportuno, ya estando aquí en Perú con más estabilidad y miras a un mejor futuro, ya era el momento de pedirle que se case conmigo, habíamos hablado del tema”. Comenta que había conocido un lugar donde “preparan unos crepes buenísimos” y que a su vez se prestaba para el romance, todo mágicamente iba tomando forma para poner en marcha todo lo que habían anhelado.
Él se puso en contacto con los chicos de Beso Francés, quienes con mucho entusiasmo al saber de los planes, se pusieron en marcha para participar, recomendando que el local ideal sería el Parque del Amor, por su vista, su entorno, tenía que ser perfecto, pero gracias al apoyo de todos resultó de la mejor forma.
“Fue un domingo, teníamos coordinado llegar a las 5 de la tarde, ella no sospechó en ningún momento, pensaba que sí, pero terminó siendo una sorpresa”, hizo énfasis Ronald conmovido al recordar ese día lleno de nervios, en donde su idea original de sorprender a Arumier con una caricatura de parte del artista en Beso Frances, era lo que marcaría la diferencia en ese gran día.
Arumier al recibir la caricatura de ambos con el mensaje “¿Quieres casarte conmigo?” estuvo totalmente anonadada, ya que por más que lo hubieran conversado, no esperaba tal propuesta y que tendría a Ronald con un anillo de rodillas frente a ella, y a su vez a los chicos de Beso Francés sonriendo muy alegres, en compañía de varias personas presentes grabando desde sus celulares un momento tan romántico y conmovedor.
Ambos estaban totalmente felices ese día, seguros de su amor y su futuro juntos. Después del “Sí”, los temas de conversación los siguientes días estaban cargados de planes para la boda, “ambos cumpliremos 26 años pronto, y habíamos dicho que sería ideal casarnos a los 27, por lo que hemos hablado del vestido, fiesta, invitados, todo para el año entrante”.
Finalmente, concluyen que el mejor consejo para las parejas es que se permitan disfrutar uno del otro, que aprendan a comunicarse y demostrar lo que sienten, para poder llegar a un alto nivel de confianza, sentirse seguros y naturalmente que el amor que hay de por medio sea el canal a través del cual comunicarse, donde ambos se sientan escuchados y amados, “eso los va a llevar muy lejos”.